sábado, 14 de julio de 2012
AUTOEDUCACION
El desarrollo de los pueblos o de las grandes culturas, solo se alcanza si todos sus miembros sse proponen mejorar su conocimento a nivle intelectual es decir la educación. Es bueno hacer bastante enfasis en la pedagogia de la cultura que todos concientes de una educación como valor inalienable.
jueves, 12 de julio de 2012
Mi hijo(a).
Puede que tu no me conozcas, pero Yo conozco todo sobre ti.
Salmos 139:1 Yo se cuando te sientas y cuanto te levantas....
Salmos 139:2 Todos tus caminos me son conocidos....
139:3 Aún todos los pelos de tu cabeza están contados....
No trates de huir de mí. A donde vayas ahí estaré. Mi presencia y mi espíritu está en todo lo que te rodea. Yo nunca te dejaré, porque eres mi especial tesoro.
Salmo 139: 7-14
¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu?
¿A dónde podría huir de tu presencia?
Si subiera al cielo,
allí estás tú;
si tendiera mi lecho en el fondo del *abismo,
también estás allí.
Si me elevara sobre las alas del alba,
o me estableciera en los extremos del mar,
aun allí tu mano me guiaría,
¡me sostendría tu mano derecha!
Y si dijera: «Que me oculten las tinieblas;
que la luz se haga noche en torno mío»,
ni las tinieblas serían oscuras para ti,
y aun la noche sería clara como el día.
¡Lo mismo son para ti las tinieblas que la luz!
Tú creaste mis entrañas;
me formaste en el vientre de mi madre.
¡Te alabo porque soy una creación admirable!
¡Tus obras son maravillosas,
y esto lo sé muy bien!
Puede que tu no me conozcas, pero Yo conozco todo sobre ti.
Salmos 139:1 Yo se cuando te sientas y cuanto te levantas....
Salmos 139:2 Todos tus caminos me son conocidos....
139:3 Aún todos los pelos de tu cabeza están contados....
No trates de huir de mí. A donde vayas ahí estaré. Mi presencia y mi espíritu está en todo lo que te rodea. Yo nunca te dejaré, porque eres mi especial tesoro.
Salmo 139: 7-14
¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu?
¿A dónde podría huir de tu presencia?
Si subiera al cielo,
allí estás tú;
si tendiera mi lecho en el fondo del *abismo,
también estás allí.
Si me elevara sobre las alas del alba,
o me estableciera en los extremos del mar,
aun allí tu mano me guiaría,
¡me sostendría tu mano derecha!
Y si dijera: «Que me oculten las tinieblas;
que la luz se haga noche en torno mío»,
ni las tinieblas serían oscuras para ti,
y aun la noche sería clara como el día.
¡Lo mismo son para ti las tinieblas que la luz!
Tú creaste mis entrañas;
me formaste en el vientre de mi madre.
¡Te alabo porque soy una creación admirable!
¡Tus obras son maravillosas,
y esto lo sé muy bien!
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